sábado, 16 de abril de 2011

POSEIDA DE LA ARQUITECTURA

Empezare confesando de que en realidad yo quería estudiar medicina, como diría una buena amiga: “eres una doctora frustrada”… pero gracias a las mañas de la providencia, ahora bebo, como y respiro arquitectura. Siento que ya no tengo escape, es mas no quiero escapar… me atrapo y me volví adicta, ya no se si podría vivir sin ella, cambio mi vida para siempre. Estas son solo algunas cosas que me hizo y supongo que me hará muchas mas…

1.    No quería comer grasas, harinas o azucares por la simple y sencilla razón de que sacaban un rollo. Ahora como lo que encuentre y en especial lo que me pueda llenar para poder aguantar dignamente más horas de clases.
2.    Me hacia la manicura religiosamente una vez a la semana. Ahora para que, ya para que… si de todos modos me va a caer silicona, uhu o  en el peor de los casos me las cortare con el cúter… eso si no me vuelo un dedo primero.
3.    Sufría de insomnio y me pasaba las noches mirando el techo tratando de resolver algunas dudas existenciales. Ahora no duermo un carajo cuando tengo PRE-entrega o entrega final que viene siendo lo mismo, asi que amo dormir y he llegado a hacerlo 20 horas un fin de semana.
4.    Antes me daba vergüenza dormir con gente que no conocía muy bien. Ahora duermo con los chicos de mi grupo sin roche (cabe resaltar que he desarrollado la extraordinaria habilidad de dormir en donde sea).
5.    Me aburría mi casa, me aburría la TV, me aburría el Internet, me aburría todo!. Ahora anhelo mi hogar, mi cama, mi comida, mi cama.
6.    Nunca había visto  la programación completa de un canal (pense que no daban cosas buenas). Ahora ya me conozco todos los programas desde las 7pm hasta el noticiero matutino.
7.    He tenido pesadillas, pero jamás tan atemorizantes como no terminar, no llegar a tiempo o jalar taller.
8.    Antes derrochaba el dinero en cosas que igual no me servían. Ahora valoro cada centavo porque no se si me alcanzara para comprar: folkote, uhu, silicona, jeringa, cartón, tecnopor, tecnopor, tecnopor, mdf, mica…. Aaaaahh y arbolitos!
9.    Antes mi madre llamaba con tono molesto y menopausico diciéndome: ¿a que hora mier… piensas venir?!!  Ahora me llama con tono dulce y maternal diciendo: hijita, ¿te falta mucho?.
10.  A veces era reconfortante escuchar: “vete a dormir, ya estas cansada”. Ahora si escucho esa frase ,me vuelvo loca y digo: “vete a dormir tu! No me molestes que no voy a terminar!” (aunque recién voy a empezar).
11. Cuando pensaba en tener algún tipo de amorío, prefería que no estudie arquitectura. Ahora creo que un igual es lo más conveniente.
12. Siempre combinaba el bolso con lo que traía puesto. Ahora solo me importa que el bolso sea grande y que quepa todo, literalmente.
13. No me gustaba el café, es mas no causaba ningún efecto en mi, pero ahora descubrí que si no le hecho azúcar y me tomo un litro caliente, puedo sobrevivir todo un día sin dormir.
14. Creía que solo la gente que hablaba con cosas inanimadas estaba loca. Ahora la orate soy yo, porque hablo con el cortador de tecnopor para que no me falle y con el cúter para que sea bondadoso.
15. Tenia que estar de muy buen animo y con un trago encima para poder hacer cosas un tanto ridículas. Ahora a eso de las 3 a.m. bailo (con coreografía incluida) o canto (con el uhu de micrófono) sin una gota de alcohol.
16. Yo decía círculo, gente, ahí, etc. Ahora  mi vocabulario ha cambiado drásticamente: esfera, usuarios, ESPACIO.
17. No había mirado fijamente a alguien o a algo por horas. Ahora observo mi maqueta, cúter en mano y uhu en la otra, por mas de dos horas y casi sin parpadear.
18. Cuando iba a comer a algún sitio lo que me importaba era, pues obvio, la comida. Ahora me fijo en las mesas, la combinación de colores, los baños, la iluminación y me pregunto:”¿quien lo habrá diseñado?”...

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